darles de TODO a los hijos

He de pensar que cada persona y personita tiene pleno derecho a expresar sus ideas o no expresarlas si no le parece; de hecho nuestros pequeños lo hacen a menudo, seguido, muy seguido, porque se lo han ganado a través del tiempo, no es solo por ser nuestros hijos, sino, que han demostrado cierta madurez y también le hemos dado la «confianza» para que expresen su parecer; bajo ciertas condiciones.

Pensamos que hoy a los niños hay que darles de TODO porque son niños y hay que tener cuidado porque te denuncian… y es verdad, si hablamos de extremismo, golpes o groserías; es en ese momento que se requiere de intervención de la autoridad, ejemplo: carabineros, policías u otros, es parte de sus derechos de niños y los válido.

Entendemos que tienen sus puntos de vista, todos los tenemos y de una u otra forma ellos y nosotros nos esforzamos en que sea validado ese modo de pensar, pero como dice mi amigo vulcano Spock: «el bien de la mayoría, esta por el de la minoría; incluso por el de uno» cuando como padres vemos que el tema no llegará a buena conclusión, es tiempo de poner atajo…

y no porque queramos establecer nuestro punto, sino porque el estado de animo ya no es el mejor para las negociaciones, se ha perdido el esquema de ganar-ganar como diría Stephen R. Covey.

Ayer mientras estábamos a punto de almorzar me dice mi esposa, mira y mire..

Y vi un camino recto que conducía hacia una luz y vi al final del camino el resplandor de la claridad… y nuevamente dijo mi esposa… Mira y mire… y vi una persona que hablaba… Luego me dijo mi esposa oye las palabras de esa persona y oí las palabras de esa persona… pero como era un programa de TV fui directo a la fuente de verdad y vi un libro que aclaraba mi entendimiento y decía:…

¡Hay! ¡Hay! de aquellos padres que con temor y precaución andan delante de sus hijos y les dan tolerancia infinita, escuchen lo que tengo que decir, si escuchen con con atención; así dice el libro de la Ley:

Según la Ley N° 20.680 dice lo siguiente en el articulo 222:

Los hijos deben respeto y obediencia a sus padres. La preocupación fundamental de los padres es el interés superior del hijo, para lo cual procurarán su mayor realización espiritual y material posible, y lo guiarán en el ejercicio de los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana de modo conforme a la evolución de sus facultades.

Dice la norma: Art. 234, Los padres tendrán la facultad de corregir a los hijos, cuidando que ello no menoscabe su salud ni su desarrollo personal. Esta facultad excluye toda forma de maltrato físico y psicológico y deberá, en todo caso, ejercerse en conformidad a la ley y a la Convención sobre los Derechos del Niño.

¿Por qué cito la ley? porque hay ignorancia, temor a perder al niño si este decide denunciar… y solo por su tozudez en muchos casos; personalmente ignoraba detalles de este tema, así como muchos padres o tal vez no todos lo ignorábamos, pero si tenia algo muy presente de mucho mas significado, que tiene que ver con nuestro canon de valores y es lo que dice en Éxodo 20:12 en la Biblia y algo similar en Mosíah 13:20 en el Libro de Mormón.

“Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová tu Dios te da.”

Debemos ser ejemplo, somos nosotros modeladores del futuro; que en nuestro caso son nuestros hijos y debemos recordar a nuestros propios hijos que no somos perfectos, por lo tanto cito:

“Si en verdad honramos [a nuestros padres], trataremos de imitar sus mejores cualidades y de cumplir con sus mas altas aspiraciones. No hay tesoro material que para los padres pueda compararse en valor, como una expresión simple y sincera de agradecimiento. No hay nada que podamos darles que sea de mayor valor que el que cada uno de sus hijos viva vidas rectas (The Teachings of Spencer W. Kimball, ed. Edward L. Kimball, Salt Lake City: Bookcraft, 1982, pág. 348).

Nota personal: De vuelta a la ley, corregir no es castigar; ello con el objeto de ajustar la normativa a la Convención de los Derechos del Niño; porque antes de la modificación de la ley decía: “castigar moderadamente al hijo”…

Una llamada de atención, una conversación de entendimiento, eliminación de privilegios de tecnología, por algo hecho fuera de las buenas costumbres de la familia son buenas correcciones.

Esto último según nuestro contexto de vida familiar que, afortunadamente surte gran efecto en nuestro pequeños; aunque una palmada por el trasero no les vendría mal cuando la negociación falla por querer imponer ideas que van en desmedro de ellos o del entorno.

Bueno, las buenas costumbres de algunos hogares, digamos… no son tan buenas costumbres y eso es un tema de padres…

De la educación hablaremos después…

Enojarse es Valido… ser irrespetuoso ¡never for ever! como un tutor en un árbol joven, debemos ser firmes sin permitir que se tuerza y no tenga corrección en su crecimiento

Saludos Cordiales