Gerente «Abusivo» ¿Cómo lidiar y sobrevivir?

De que existen, existen… púes algunas veces me he encontrado con ellos.

Es una lucha sin igual no hay paralelo, son casi despreciables, ¡que los parta un rayo y los chamusque hasta que el viento se los lleve!…¿como los soporta su esposa?…

Son reales y tan feroces como un León, pero, después de todo, son admirables por su nobleza, lealtad, habilidades, fuerza y valentía, parece una yuxtaposición y lo es, pero, en realidad después de hacer un análisis muy profundo y de convivir con ellos puedo determinar esas características en esos personajes.

Después de haber estado inactivo un tiempo en el campo laboral tuve la oportunidad de entrar en una gran empresa, con muchas proyecciones y de realizar el sueño de I+D+I que tanto buscaba… fueron años gratificantes. Bueno no tanto, había alguien, un personaje importante e influyente, que me había dejado muy cerca de él… en una oficina contigua. Era el Gerente General y dueño de la Organización.

Este Gerente mantenía la puerta abierta para que yo escuchara absolutamente todo, sus negocios, tratos, discusiones, conversaciones telefónicas y hasta esos ruidos característicos que nosotros los seres humanos emitimos.

En el ámbito laboral escuchaba a diario críticas a las labores desempeñadas por otros ingenieros -muy fuertes por cierto- casi despreciando los trabajos que realizaban, acerca de sus ideas, escritos, informes, gráficos, etc., un ser que realmente atemoriza, que nadie quiere encontrar y menos cruzarse en la oficina, pues al pasar y tu saludarlo recibes como respuesta un silencio absoluto.

Al igual que los demás ingenieros, escuche hacia mi persona tan desagradables criticas y objeciones, aquellas que hacen dudar de tu capacidad profesional, aquellas objeciones que ponen en duda lo aprendido en cualquier universidad o institución en la que hayas participado para tu educación.

Día tras día, semana y meses pasaban y cada día se acercaba a mi escritorio entregaba sus requerimientos para que yo los desarrollara, a los minutos regresaba a ver como estaban los avances… y partía con sus criticas, comentarios ácidos, sonrisas de menoscabo, etc… luego se retiraba y volvía a los minutos para nuevamente comenzar con su «cuento». Muchas veces intente levantarme darle un buen sermón e irme, pero bueno, las circunstancias del mercado impedían que tomara tan drástica decisión, y una familia tras mi persona me aferraban a lo que tenía seguro en ese instante.

Esa era mi rutina diaria: requerimiento, trabajo, control, critica, trabajo, control… después de mucho y a punto de tirar la toalla… Comencé a pensar, analizar, sopesar la situación y ver si era merecedor de tanto control, que por cierto era mucho mas que cualquier otro personaje en la empresa… La conclusión a la que llegue era que si, si era merecedor de ello, de acuerdo a la visión que tenía este gerente de mi persona, merecía cada una de las palabra, comentarios ácidos, críticas… y el excesivo control.

En el ámbito empresarial, nos podemos encontrar con este tipo de personas «desagradables» orientadas al «resultado», al cumplimiento de requerimientos, pareciera que tuvieran miedo de que alguien les fuera a desplazar de su puesto, pero en realidad no es así.

He trabajado para y con muchos Gerentes de este tipo, y todos y cada uno de ellos tiene la misma característica: son responsables, de si mismos y de los demás que están a su alrededor.

Por lo anterior tienen lo que denomino una «capacidad innata de crear a otros Gerentes».

Si tomamos como ejemplo a los entrenadores de fútbol, cuando ellos ven una potencial estrella, no lo dejan de día ni de noche, no lo sueltan hasta que completan su cometido, lo agotan, amonestan, tratan pésimo, incluso intervienen en todo lo personal a fin de que no decaiga su potencial, al final si todo ha salido bien, terminan siendo entrenadores.

Las mas finas espadas son creadas a golpes y al calor de la fragua; Si deseas la excelencia debes pagar el precio.

No hay forma de sacarlos de su cometido, cuando ven a alguien con potencial la única forma de librarse de esa «tiranía» es renunciando, o asumiendo el entrenamiento. No se si he tenido la fortuna de encontrarme con este tipo de personas -o destino-, pero cada vez que he estado cerca de ellos y los he visto actuar sobre otros, tienen un solo objetivo en mente:

«que las personas actúen por si mismas y colaboren en forma responsable con la empresa»

Ya muchos años después de trabajar con él, quien es ahora un AMIGO, me ha dejado de entrenar, en lo empresarial ahora solo colaboramos y me entrena en aspectos de la vida…

Conversamos algunos objetivos que ha pensado para su organización, comenta su vida, sus desafíos, me aconseja, almorzamos de vez en cuando y nos despedimos de un apretón de manos… algunos días después regreso a implementar lo necesario para cumplir sus objetivos. Me sonríe y solo dice: Bien.

A pesar de su fama de animal feroz, los leones se muestran muy sociables dentro de su manada, solo hay que entenderlos.